Por: Gladys Trujillo
La política, y la música, están incluidas en todos los aspectos de la vida. |
A
simple vista son dos temas que nada tienen que ver. Si acaso, por años
las manifestaciones musicales han sido usadas para la crítica y la
protesta. Pero no es del todo cierto.
En conferencia en el CUCSH,
5 doctores en música se han reunido para mostrarnos que la música puede
influir de distintas formas, sin caer en el acto politiquero de ponerle
la etiqueta de algún partido.
La
política, y la música, están incluidas en todos los aspectos de la
vida. No se necesita ser militante de algún partido político para
involucrarse.
El doctor en clarinete, Charles Nat, menciona que es posible y muy productivo hacer políticas públicas por medio de la música. En Venezuela,
un proyecto de orquestas infantiles que prepara a los niños desde el
jardín del niños para usar instrumentos musicales.
“Es
obvio que había niños que se dedicaban a las drogas, pero al menos se
alejaban por algunas horas de ellas” menciona el doctor Nat.
“En los cursos (de apreciación musical), yo les conseguía boletos a los
niños para que fueran al teatro (…) ahora ellos por sus propios medios
consiguen dinero para sus boletos”. Remarca que este tipo de proyectos
son my inclusivos, ya que hacen a los niños es este caso, participantes
activos de su sociedad.
Para el doctor Enrique Sánchez Ruíz, la
política se ejerce por medio de la música. Un ejemplo de esto podrían
ser los himnos nacionales o las bandas de guerra. La musicalidad se usa
como ritual del ejercicio del poder y que lo acompaña legítimamente.
“El soul
de los años 50, como manifestación” ejemplifica. Esas letras que eran
tan simples pero que eran escritas para hacer un llamado a la sociedad
por parte de los afroamericanos para decir “aquí estoy y también soy
parte de la sociedad”.
“Música
y propaganda política son casi una misma cosa en los regímenes
totalitarios de Mussolini, Hitler y Stalin, por no mencionar los
numerosos movimientos musicales nacionalistas del continente americano
durante el siglo XX” señala Gabriel Pareyón, doctor en música por la Universidad de Helsinki.
Cree que el análisis de la frustración política y/o estética son la clave para construir una doctrina y de ese modo logrará con la sociedad.
También menciona que la sociedad es un coro, y que el discurso político es el solista.
Para el doctor Moisés Pérez Vega, música y política son un binomio sin el cual la vida no sería posible, ya que la música es usada como crítica por parte de la sociedad y como vehículo de persuasión por parte de la política.
El enlace de la vida política con otros ámbitos de la vida, como en este caso la música, se utiliza para poder ampliar y reflexionar sobre ella, pues no sólo se trata de políticos y partidos, si no de una materia que se mueve y expande.
Sólo así, se lograra contar con ciudadanos participando en la política.
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